(imagen prestada por publiboda.com)
Y ... con una mente infeliz
te lanzas a la búsqueda de la felicidad.
Imagínate un recipiente grande,
lleno de agua quieta, sin olas.
Luce muy bien sin duda.
La superficie está limpia y serena.
Cuando te aproximas ves tu rostro reflejado en ella,
en aguas quietas, uno puede ver reflejos.
Pero supón que mientras te estás mirando,
algo cae en el recipiente.
De inmediato la superficie se agita
y comienza a perfilarse una imagen propia, distorsionada.
Olvidando tu verdadera imagen
tomas esa distorsión como tu verdadera naturaleza,
y te identificas con ella y te sientas a llorar.
Entonces te preocupas y comienzas a decirte a ti mismo
“Tengo que estar en buena forma”
Permites que asociaciones con objetos o palabras
caigan en tu mente y la alteren.
Si alguien usa un vocablo no muy agradable,
piensas:
“me está insultando”
y te disgustas.
Permites que la palabra perturbe tu mente.
Entonces llegas a la conclusión:
“me está haciendo infeliz”.
Pero en realidad
tu mismo desordenaste o inquietaste tu propia mente.
Es mejor decir:
“SOY feliz”
que “DESEO ser feliz”.
En el momento en que dices
“deseo” ...
ese deseo mismo inquieta tu mente.
Y ... con una mente infeliz
te lanzas a la búsqueda de la felicidad.
Imagínate un recipiente grande,
lleno de agua quieta, sin olas.
Luce muy bien sin duda.
La superficie está limpia y serena.
Cuando te aproximas ves tu rostro reflejado en ella,
en aguas quietas, uno puede ver reflejos.
Pero supón que mientras te estás mirando,
algo cae en el recipiente.
De inmediato la superficie se agita
y comienza a perfilarse una imagen propia, distorsionada.
Olvidando tu verdadera imagen
tomas esa distorsión como tu verdadera naturaleza,
y te identificas con ella y te sientas a llorar.
Entonces te preocupas y comienzas a decirte a ti mismo
“Tengo que estar en buena forma”
Permites que asociaciones con objetos o palabras
caigan en tu mente y la alteren.
Si alguien usa un vocablo no muy agradable,
piensas:
“me está insultando”
y te disgustas.
Permites que la palabra perturbe tu mente.
Entonces llegas a la conclusión:
“me está haciendo infeliz”.
Pero en realidad
tu mismo desordenaste o inquietaste tu propia mente.
Es mejor decir:
“SOY feliz”
que “DESEO ser feliz”.
En el momento en que dices
“deseo” ...
ese deseo mismo inquieta tu mente.
4 comentarios:
Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.(Antoine De Saint Exupery)
La felicidad es desear lo que uno tiene!
luz - espíritu - y mucha felicidad ♥
Hermosa reflexión! gracias por compartirla! :-)
Felicidad, ¿que es la felicidad?
La felicidad es uno de los dones supremos que Dios nos enseña, es la culminación del hombre y el estado mas alto en cuanto a los sentimientos, pues en esta palabra se encierran muchas cosas pero la mas importante, “El Amor” el cual es el reflejo de esta las dos van de la mano si tu amas eres feliz y si tu eres feliz es porque amas…
"Si tu amas eres feliz y si eres feliz es porque amas" .. buenísimo! una cosa no puede ir sin la otra y las dos convergen en lo mismo eh??
Hermosa reflexión Dante! muchas gracias por compartirnosla!
Ilve-Bandrui
:-)
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