Son varias las enseñanzas espirituales
que nos aconsejan deshacernos
del miedo y del deseo,
pero estas prácticas espirituales por lo general
no surten efecto
porque no atacan la raíz de la disfunción.
El miedo, la codicia y el deseo de poder
no son los factores causales últimos.
Si bien el deseo de mejorar y de ser buenos
es un propósito elevado y encomiable,
es un empeño condenado al fracaso
a menos que haya un cambio de conciencia.
No podemos llegar a ser buenos
esforzándonos por serlo sino encontrando
la bondad que mora en nosotros para dejarla salir.
Pero ella podrá aflorar únicamente
si se produce un cambio fundamental
en el estado de conciencia.
La idea del comunismo,
inspirado originalmente en ideales nobles,
ilustra claramente lo que sucede
cuando las personas tratan de cambiar la realidad externa,
de crear una nueva tierra, sin un cambio previo
de du realidad interior
de su estado de conciencia.
Hacen planes sin tomar en cuenta
la impronta disfunción
que todos los seres humanos
llevamos dentro:
el ego.
2 comentarios:
..mejor planteado y ejemplificado imposible. gracias.
nenena.
:-)
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