La mayoría rechazamos miles de experiencias
que podrían hacer de la transformación
una realidad.
Si no fuera el empeño que ponemos
en la negación, la represión y la duda,
nuestra vida sería
una revelación constante:
Debes convencerte de que tu vida
es digna de analizarse con pasión
y compromisos totales.
Fueron muchas las decisiones
que mantuvieron cerrado
el libro de los secretos,
pero basta un segundo para abrirlo de nuevo.
Ten esto por seguro:
eres el ser más importante del mundo
pues en el plano del alma,
tú eres el mundo.
El derecho de saber es tuyo.
Tu siguiente pensamiento,
sentimiento o acción
puede revelar la sabiduría espiritual
más profunda, que fluye tan pura y libre
como los ríos primaverales en la montaña.
No basta lo que hemos aprendido,
pero es imposible
que los secretos
se mantengan ocultos por siempre.
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