La apariencia exterior de la vida,
es la vida,
si lo único en lo cual uno cree
es en lo que dicen los sentidos,
lo que uno ve y siente.
Los mortales han buscado a los magos
para resolver su obsesión por las apariencias
y su anhelo por encontrar significado.
Debe haber algo más allá de lo que estamos viviendo,
pensaron los mortales,
sin saber exactamente
lo que ese algo más podría ser.
"Dedica tiempo a reflexionar
no sobre lo que ves,
sino sobre por qué lo ves",le aconsejó Merlín a Arturo.
Es preciso mirar más allá del yo limitado
para ver el yo ilimitado.
Perforar la máscara de la mortalidad
para ver el yo ilimitado.
Él vive dentro de nosotros y solamente ahí.
Una vez que lo hallemos
también seremos videntes.
Pero aquello que hemos de poder ver llega solamente a su propio ritmo,
paso a paso.
Antes de verlo,
vendrá la sensación de que la vida
es algo más de lo que estamos viviendo.
Es como una voz suave de que susurra:
"Encuéntrame"
Esa voz que llama es calmada,
tranquila,
está en paz dentro de sí misma,
pero también es esquiva.
Es la voz del Mago,
pero también es nuestra voz.
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