En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su Maestro:
"Siempre nos cuentas historias,
pero nunca nos revelas su significado"
El Maestro le replicó:
"¿Te gustaría que alguien te ofreciera una fruta
la masticara antes de dártela?"
Nadie puede descubrir tu propio significado en tu lugar.
Ni si quiera el Maestro."
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