Existe una realidad que se sostiene a sí misma
y sobre la que se asienta la conciencia de nuestro ego.
Esa Realidad
es el Testigo de los estados
de la conciencia del ego y del cuerpo.
Esa Realidad es el Testigo constante
en los tres estados de conciencia,
la vigilia, el sueño y el sueño sin sueños.
Él es su verdadero Yo,
la Única Realidad cuyo resplandor
impregna la totalidad del universo.
Su naturaleza es la conciencia atemporal
que conoce todas las cosas
y las contempla, desde el ego hasta el cuerpo.
Es el Testigo del placer, del dolor
y de los objetos sensoriales.
Éste es su verdadero Yo,
el Ser Supremo,
el Antiguo,
el Inmutable,
el que nunca deja de experimentar la liberación infinita.
Ése es el Espíritu."
y sobre la que se asienta la conciencia de nuestro ego.
Esa Realidad
es el Testigo de los estados
de la conciencia del ego y del cuerpo.
Esa Realidad es el Testigo constante
en los tres estados de conciencia,
la vigilia, el sueño y el sueño sin sueños.
Él es su verdadero Yo,
la Única Realidad cuyo resplandor
impregna la totalidad del universo.
Su naturaleza es la conciencia atemporal
que conoce todas las cosas
y las contempla, desde el ego hasta el cuerpo.
Es el Testigo del placer, del dolor
y de los objetos sensoriales.
Éste es su verdadero Yo,
el Ser Supremo,
el Antiguo,
el Inmutable,
el que nunca deja de experimentar la liberación infinita.
Ése es el Espíritu."
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