Los Elohim del Antiguo Testamento se convirtieron en El, que precisamente era el Sol, que es adorado en todas las culturas.
El nombre de Baal significa “Señor” o “esposo” y en idiomas antiguos significaba “Sol”; así mismo “Adonis”, cuyo plural es Adonai, es el término usado en la Biblia con el significado de “Señor”. Por lo tanto, El, Elí, Elías, Baal y Adonai, son nombres del Sol.
La Biblia está cargada de mitos astrológicos, pues estaban tan unidos a las religiones que era imposible separarlos.
Según el autor, (Fernando de Orbaneja) la mayoría de los personajes bíblicos no existió realmente, son alegorías de cuerpos celestes y de lugares tradicionalmente significativos, y es indudable que el primer Dios israelita en la era de Tauro, fue el Sol; cuando éste pasó por Aries, cambió el nombre por el término egipcio Iao, que representaba la totalidad de Dios (pues “I” representaba la unidad, “a” el inicio, alpha, y “o” el final , omega); y de ahí se derivan YHWH, Jahweh, Yahvé, Jehová, Judá y Judas.
Según algunos, la palabra Israel, Is-Ra-El, está compuesta por tres deidades: Isis, la diosa egipcia, Ra el dios del Sol y El, también un dios de origen solar.
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