Para estar en ritmo con la vida
tienes que aprender a aquietarte,
porque cuando más quieto estés,
reflejarás con más claridad
las cualidades de tu Alma.
Qué fácil es culpar a las condiciones externas,
a tu situación, a tu circunstancia
por el estado en que te encuentras!
Ya es tiempo de que dejes de hacer eso
y des cuenta de que sólo tú
tienes la culpa.
Cuando buscas y descubres
esa paz interior y esa quietud,
nada ni nadie podrá perturbarte
o desequilibrarte.
Mira a tu alrededor,
contempla la belleza y la perfección
de la naturaleza.
Todo en ella tiene ritmo.
Hay una ley y orden perfectos
en Mi Universo.
Nada está fuera de tono,
hay un tiempo y una razón para todo.
Están allí para que todas las Almas
los vean y participen; de manera que
sintonízate.
Fluye con ello,
y sé parte de esa ley y orden
de Mi Universo.
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