Todo tiene que crecer y expandirse.
No te gustaría ser un niño toda tu vida,
teniendo que ser alimentado y vestido
sin poder hacer nada por ti mismo.
Si observas a un niño, verás
cómo desea cambiar
y probar cosas nuevas.
Está experimentando y aprendiendo,
creciendo y expandiéndose
en todo momento.
Este es el proceso natural
del crecimiento, del cambio.
Un chico no tiene que luchar para eso,
ocurre naturalmente.
Así sucede con la Nueva Era,
la que está aquí ahora mismo.
No necesitas pelear ni luchar
para entrar en ella.
No tienes que temer a lo desconocido.
No necesitas preocuparte
por la velocidad de los cambios
y la expansión de todo a tu alrededor.
Espera con ansias,
con real alegría expectación
aquello que está por revelarse.
Nada es demasiado grande,
nada es demasiado maravilloso,
nada es imposible.
Contempla cómo Mis maravillas
se desenvuelven con verdadera perfección,
y sé siempre agradecido.
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