Cuando la tribulación te haga zozobrar,
reflexiona profundamente,
y pregúntate con sinceridad:
¿ he hecho algo que
me haya provocado estos males?
¿he descuidado mi existir en alguna forma
para que me sobrevenga este dolor?.
Si aún luego de tus respuestas
crees haber hecho todo lo correcto,
y aún así la vida te golpea,
ten por seguro que no es un castigo
lo que te sucede:
hay algo que no has comprendido
y debes lograrlo a veces
por el sendero más duro.
Observa:
La hormiga que quiere comer la rosa,
debe atravesar primero un tallo lleno de espinas.
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