La realidad no hace problemas,
los problemas nacen de la mente cuando estás dormido.
Tú pones los problemas. Cómo empezar?
Llamando a las cosas por su nombre.
Llamar deseos a los deseos y exigencias a las exigencias,
y no disfrazarlas con otros nombres.
El dia en que entres de pleno en tu realidad,
el día en que ya no te resistas a ver las cosas como son,
se te irán deshaciendo tus ceguedades.
Puede que aún sigas teniendo deseos y apegos,
pero ya no te engañarás.
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