Todos los senderos conducen a casa.
Quién vive en medio de aquel hogar? OM (pronunciese “aum”).
Y quién vive en ambos lados?.
Él. De modo que, cuando pienses en OM, estás en casa.
Por eso, en los Sutras de Sri Pantajali,
él dice que el nombre del Ser Cósmico es Om.
Realmente, tampoco es Om.
Ése es sólo el nombre que le damos a algo que se expresa.
Más literalmente, es como un continio “Hmmm”,
sonido de vida en todo el universo.
Quizá lo pronuncie “aum”. Principia con “ah”.
El principio de todos los sonidos audibles.
No tienes que hacer algo con la boca, la lengua o mover los labios,
el “ah” sale solo.
Por eso todos los idiomas, empiezan con “ah”.
Una vez que ese primer sonido se ha hecho audible,
lo llamamos creación.
Después debe sobrevivir, lo cual sucede con la siguiente parte:
“uuh” que sólo rueda hacia los labios y continúa hasta el final. Naturalmente, todo lo que se produce ha de tener un final:
“mmm”, destrucción o conclusión.
En síntesis, creación-ah; preservación-uuh;
destrucción-mmm. Reúnelos y será Om.
De modo que, en Om, se ve todo, creación,
preservación y destrucción.
Todos los sonidos que puedan producirse se hallan en medio
del sonido Om. Si pronuncias cualquier sonido y lo analizas,
puedes condensarlos en éstas tres partes.
Om es el principio. Om es el fin.
La creación entera empieza y continúa en Om;
probablemente, un día, terminará en Om.
Ésa es la palabra que estaba en el principio
y que está donde Dios y que estará con Él.
En la Biblia se lo llama la Palabra.
En las escrituras hindúes se lo menciona como
el sonido del Dios Absoluto.
Todas las religiones parecen conocerlo.
Algunos lo pronuncian como Amén, Omayn, Amin
o sencillamente, Om o Hum.
Cuando una dínamo estática comienza a dar vueltas,
lo primero que se oye es el zumbido.
Así también, cuando Dios, el estático o no manifestado
se pone en movimiento, primero solamente zumba.
Por eso, en el principio era la palabra o éste sonido.
Estuvo conciente de Sí mismo y quiso ver cosas expresadas.
La primera manifestación del Absoluto, omnipresente,
omnisciente, y omnipotente, es el sonido,
la más sutil de las manifestaciones.
Esto significa que aun antes del sonido hay un estado Absoluto
en el cual no hay sonido, ni luz, ni movimiento.
Es imposible definirlo porque es infinito
y la capacidad de la mente es infinita.
Se han escrito muchos volúmenes acerca de Dios,
en muchos idiomas, países y creencias,
pero todos hablan del mismo Único Cósmico que es indefinible.
Todo lo que podemos decir es que, Dios,
primero se expresó como sonidos y vibraciones.
Con ese sonido creó todo el Universo.
O podría decirse que Él creo el Universo entero como sonido.
En éste punto, la religión y la ciencia están de acuerdo.
Los científicos también han descubierto que todo lo que ven,
aún lo que no pueden ver, sólo es vibraciones atómicas.
Más allá de los protones, neutrones y electrones
parece haber una conciencia
que no se deja atrapar en tubos de ensayo.
Aunque los científicos no pueden señalarlo con toda precisión,
sugieren que quizá se trata de pura energía o sonido.
La forma sigue al sonido.
El sonido mismo es una forma muy sutil,
que da lugar a formas más concretas visibles.
Cuando las vibraciones del sonido se hacen más concretas
el sonido se convierte en un punto,
y desde muchos puntos provienen las formas.
Actualmente, se pueden sacar fotografías de sonidos
que muestran diferentes figuras geométricas.
Los científicos también pueden enviar sonidos
a una pequeña área de arena esparcida sobre vidrio
y ver el diseño que allí se forma, l
o cual demuestra que el sonido tiene forma.
Esa vibración atómica se halla en todo,
ay sea que aparezca moviéndose o inmóvil.
La ciencia dice que todo está hecho del átomo.
Dios dice que todo viene de Adán.
En sánscrito, lo llaman “Atman”, lo cual significa “el verdadero Yo”.
Ves cuán cerca estamos siempre?.
Todo tiene conciencia, porque la energía vital de ese zumbido
o primera manifestación está provocando movimiento
o corriente, dondequiera.
Ese movimiento es omnipresente en cada átomo.
Por razón de esa fuerza del átomo,
el neutrón atrae a los electrones y van girando constantemente.
Esta es la atracción cósmica hacia el polo opuesto o sexo opuesto,
que es parte de la naturaleza.
Es lo que produce electricidad o corriente.
Como el poder eléctrico, Dios baja a nosotros del Absoluto
mediante el sonido y, entonces, se forma
hasta que nos podamos beneficiar de Él.
Cada uno de nosotros es como un aparato conectado a su poder,
que Él ha limitado para que podamos hacer uso.
Existe éste constante efluvio de energía Cósmica
o Conciencia Universal, que llamamos Dios.
Fluye multivariadamente, y, al hacerlo
forma diferentes ondas o burbujas.
Algunas de esas formas o burbujas, somos nosotros.
Así como se forman las ondas cuando sopla el viento sobre el océano
o se forma el hielo cuando cambia la temperatura,
nosotros también, somos formados por pequeñas burbujas.
Estamos aquí, ahora, pero no sabemos cuándo partiremos
de éstas pequeñas formas individuales.
Una burbuja en una onda del océano puede durar unos segundos, mientras que nosotros tenemos un lapso de vida
de setenta a cien años.
Él es una burbuja llamado fulano de tal.
Yo soy la burbuja que ahora llaman swami.
La burbuja mantiene su forma porque el aire interior y el exterior mantienen la misma presión.
Cuando uno aumenta o disminuye, la burbuja se rompe.
Lo mismo nos sucederá. Esa es la ley de la naturaleza.
Todos somos diferentes formas de la misma materia.
Mediante el yoga, tu puedes experimentarlo;
no te limites a leer y mover la cabeza afirmativamente.
Cuando lo lleves a cabo en persona,
tú mismo vendrás a ser esa verdad básica.
Puedes hacerlo mientras eres una burbuja separada o individual, ç
pero después no pensarás de ti mismo como individuo.
Habrás sido absorbido por el Todo.
Si quieres conocer a Dios ciento por ciento,
en su forma verdadera, conviértete en eso.
Si una gota quiere conocer la profundidad del océano,
ha de convertirse en océano.
Lentamente, el gozo de tu meditación se disolverá en algo universal. Luego, cuando regreses a tu yo individual,
qué podrás decir? No hay palabra para expresarlo.
En sentido absoluto, lo real consiste en lo siempre permanente.
Lo irreal es lo que cambia.
Usando el agua para representar esa esencia,
puedes decir que las olas, el rocío, las burbujas y el hielo,
son irreales; solamente el agua misma es real.
Eso no quiere decir que debas pelear con alguien
que insiste en que es nada más que una ola.
Por supuesto que lo es mientras tiene esa forma;
sin embargo tu visión debe ser más amplia o doble.
Quizá la otra persona tenga una visión sencilla.
Cuando las personas se enredan en los nombres y formas
se acarrean problemas.
El nombre y la forma son diferencias superficiales.
Muy por encima del nombre y la forma
está la existencia absoluta, la conciencia y la bienaventuranza.
Todo posee éstos cinco aspectos:
existencia, conocimiento, gozo, nombre y forma.
Mira ésta hoja de papel por ejemplo. Su esencia es pulpa.
Ahora se está expresando como papel,
que fue cortado en forma de hoja para imprimir en ella,
para que tu la disfrutes.
El mundo entero sólo es nombre y forma.
Pero no debes olvidar que el nombre y la forma
sirven únicamente para divertirse, como quién juega a las escondidas.
Su olvidas eso y te enredas en los nombres y las formas,
sufrirás por tu ignorancia.
Un tablero de ajedrez está hecho de madera,
al igual que las demás piezas, que han sido cortadas
en diferentes formas para llevar a cabo el juego.
Llámalos peones, reyes, reinas, torres, caballos o alfiles
y dales nombres y formas para desarrollar el juego.
Están hechos de la misma madera.
También nosotros somos astillas del mismo tronco.
En cierta ocasión, Dios contó este relato:
Cuán terrible sueño he tenido.
Pensé que estaba haciendo algo diferente.
Soñé que tenía tanta hambre
que fui forzado a comer un perro muerto.
En mi necesidad, clamé a Dios:
“Señor, cómo puedes forzarme a hacer esto?”
De pronto desperté y me di cuenta de que yo era --- yo soy ---Dios
A veces un sueño es tan intenso, que el cuerpo físico toma parte.
Tomas la punta de almohada y empiezas a morderla.
Alguien te habla: “Estás teniendo un banquete.
Te estás comiendo la almohada”.
La única forma de evitar que te comas la almohada es despertarte. Alguien debe despabilarte, sacudirte.
Algo similar sucede en nuestras vidas.
Algunos se hallan en un sueño profundo
y no saben lo que están haciendo.
La mayoría sueña que hay oscuridad y sus ojos están cerrados.
Otras personas sueñan despiertos.
La gente sueña y olvida su propia naturaleza.
En su sueño piensan:
“Esta es mi casa, mi tierra, mi fábrica, mi hijo”, todos los míos.
En eso consiste el sueño, en olvidar nuestra verdadera naturaleza,
y, en su lugar, identificarnos con tantas otras cosas.
Los sueños placenteros y los horribles son como trucos,
alucinaciones mentales. Cómo podemos despertar a los soñadores?
Con palabras agradables y suaves? Solamente dormirán más.
Dales un golpecito. Pero quién puede despertar a los dormidos?
El que ya está despierto.
Los iluminados nos despiertan.
Una vez despiertos decimos:
“No tenía hambre. No estuve triste. No era este cuerpo.
No es mío. No somos el cuerpo o la mente.
Ni siquiera somos el alma, que es un reflejo del Yo.
Tu eres el Yo.
El Yo nunca sufre cambio.
Siempre está puro y tranquilo.
Sencillamente es aquí y ahora.
No necesita religión alguna.
A qué tiene que regresar?
Necesita el Yo comprender su Yo?
Cuándo se olvidó Dios de sí mismo?.
Él es omnipresente.
El Yo no quiere encontrar su Yo,
porque nunca lo perdió.
Al producirse la realización, desaparece el ego.
Allí es cuando la sombra comprende que es una sombra.
El alma, que es un reflejo del Yo,
quiere practicar todas éstas religiones para encontrar
el origen de la mente, con el fin de descubrir la respuesta a la pregunta, el “yo” no está alli. Eso es maya, el que nunca existe.
Quién es Maya?
Tú ves los rastros del pato en el cielo: todo es sonido.
Mi madre es estéril. Mi madre no tiene hijo.
Esta es la descripción de maya, algo que no está allí,
pero parece que sí está.
A eso llamamos ego.
Sin embargo, abajo, en nuestro nivel,
todas esas apariencias parecen verdaderas.
De qué sirve éste conocimiento teórico?.
Por lo menos debemos conocerlo.
Pónlo en tus bolsillos y guárdalo.
Un día servirá de mucho.
Por qué creó Dios este mundo material y nos puso en éste juego?
El único que puede dar respuesta total a esta pregunta
es aquel que hizo todo.
Más cuando lo veas, probablemente dirás:
“He sido mezquino al preguntarte esto y aquello,
pero ahora que te veo, no tengo nada para preguntar”.
Sencillamente,
busca dónde está Ël
...y pregúntale...
Ése es sólo el nombre que le damos a algo que se expresa.
Más literalmente, es como un continio “Hmmm”,
sonido de vida en todo el universo.
Quizá lo pronuncie “aum”. Principia con “ah”.
El principio de todos los sonidos audibles.
No tienes que hacer algo con la boca, la lengua o mover los labios,
el “ah” sale solo.
Por eso todos los idiomas, empiezan con “ah”.
Una vez que ese primer sonido se ha hecho audible,
lo llamamos creación.
Después debe sobrevivir, lo cual sucede con la siguiente parte:
“uuh” que sólo rueda hacia los labios y continúa hasta el final. Naturalmente, todo lo que se produce ha de tener un final:
“mmm”, destrucción o conclusión.
En síntesis, creación-ah; preservación-uuh;
destrucción-mmm. Reúnelos y será Om.
De modo que, en Om, se ve todo, creación,
preservación y destrucción.
Todos los sonidos que puedan producirse se hallan en medio
del sonido Om. Si pronuncias cualquier sonido y lo analizas,
puedes condensarlos en éstas tres partes.
Om es el principio. Om es el fin.
La creación entera empieza y continúa en Om;
probablemente, un día, terminará en Om.
Ésa es la palabra que estaba en el principio
y que está donde Dios y que estará con Él.
En la Biblia se lo llama la Palabra.
En las escrituras hindúes se lo menciona como
el sonido del Dios Absoluto.
Todas las religiones parecen conocerlo.
Algunos lo pronuncian como Amén, Omayn, Amin
o sencillamente, Om o Hum.
Cuando una dínamo estática comienza a dar vueltas,
lo primero que se oye es el zumbido.
Así también, cuando Dios, el estático o no manifestado
se pone en movimiento, primero solamente zumba.
Por eso, en el principio era la palabra o éste sonido.
Estuvo conciente de Sí mismo y quiso ver cosas expresadas.
La primera manifestación del Absoluto, omnipresente,
omnisciente, y omnipotente, es el sonido,
la más sutil de las manifestaciones.
Esto significa que aun antes del sonido hay un estado Absoluto
en el cual no hay sonido, ni luz, ni movimiento.
Es imposible definirlo porque es infinito
y la capacidad de la mente es infinita.
Se han escrito muchos volúmenes acerca de Dios,
en muchos idiomas, países y creencias,
pero todos hablan del mismo Único Cósmico que es indefinible.
Todo lo que podemos decir es que, Dios,
primero se expresó como sonidos y vibraciones.
Con ese sonido creó todo el Universo.
O podría decirse que Él creo el Universo entero como sonido.
En éste punto, la religión y la ciencia están de acuerdo.
Los científicos también han descubierto que todo lo que ven,
aún lo que no pueden ver, sólo es vibraciones atómicas.
Más allá de los protones, neutrones y electrones
parece haber una conciencia
que no se deja atrapar en tubos de ensayo.
Aunque los científicos no pueden señalarlo con toda precisión,
sugieren que quizá se trata de pura energía o sonido.
La forma sigue al sonido.
El sonido mismo es una forma muy sutil,
que da lugar a formas más concretas visibles.
Cuando las vibraciones del sonido se hacen más concretas
el sonido se convierte en un punto,
y desde muchos puntos provienen las formas.
Actualmente, se pueden sacar fotografías de sonidos
que muestran diferentes figuras geométricas.
Los científicos también pueden enviar sonidos
a una pequeña área de arena esparcida sobre vidrio
y ver el diseño que allí se forma, l
o cual demuestra que el sonido tiene forma.
Esa vibración atómica se halla en todo,
ay sea que aparezca moviéndose o inmóvil.
La ciencia dice que todo está hecho del átomo.
Dios dice que todo viene de Adán.
En sánscrito, lo llaman “Atman”, lo cual significa “el verdadero Yo”.
Ves cuán cerca estamos siempre?.
Todo tiene conciencia, porque la energía vital de ese zumbido
o primera manifestación está provocando movimiento
o corriente, dondequiera.
Ese movimiento es omnipresente en cada átomo.
Por razón de esa fuerza del átomo,
el neutrón atrae a los electrones y van girando constantemente.
Esta es la atracción cósmica hacia el polo opuesto o sexo opuesto,
que es parte de la naturaleza.
Es lo que produce electricidad o corriente.
Como el poder eléctrico, Dios baja a nosotros del Absoluto
mediante el sonido y, entonces, se forma
hasta que nos podamos beneficiar de Él.
Cada uno de nosotros es como un aparato conectado a su poder,
que Él ha limitado para que podamos hacer uso.
Existe éste constante efluvio de energía Cósmica
o Conciencia Universal, que llamamos Dios.
Fluye multivariadamente, y, al hacerlo
forma diferentes ondas o burbujas.
Algunas de esas formas o burbujas, somos nosotros.
Así como se forman las ondas cuando sopla el viento sobre el océano
o se forma el hielo cuando cambia la temperatura,
nosotros también, somos formados por pequeñas burbujas.
Estamos aquí, ahora, pero no sabemos cuándo partiremos
de éstas pequeñas formas individuales.
Una burbuja en una onda del océano puede durar unos segundos, mientras que nosotros tenemos un lapso de vida
de setenta a cien años.
Él es una burbuja llamado fulano de tal.
Yo soy la burbuja que ahora llaman swami.
La burbuja mantiene su forma porque el aire interior y el exterior mantienen la misma presión.
Cuando uno aumenta o disminuye, la burbuja se rompe.
Lo mismo nos sucederá. Esa es la ley de la naturaleza.
Todos somos diferentes formas de la misma materia.
Mediante el yoga, tu puedes experimentarlo;
no te limites a leer y mover la cabeza afirmativamente.
Cuando lo lleves a cabo en persona,
tú mismo vendrás a ser esa verdad básica.
Puedes hacerlo mientras eres una burbuja separada o individual, ç
pero después no pensarás de ti mismo como individuo.
Habrás sido absorbido por el Todo.
Si quieres conocer a Dios ciento por ciento,
en su forma verdadera, conviértete en eso.
Si una gota quiere conocer la profundidad del océano,
ha de convertirse en océano.
Lentamente, el gozo de tu meditación se disolverá en algo universal. Luego, cuando regreses a tu yo individual,
qué podrás decir? No hay palabra para expresarlo.
En sentido absoluto, lo real consiste en lo siempre permanente.
Lo irreal es lo que cambia.
Usando el agua para representar esa esencia,
puedes decir que las olas, el rocío, las burbujas y el hielo,
son irreales; solamente el agua misma es real.
Eso no quiere decir que debas pelear con alguien
que insiste en que es nada más que una ola.
Por supuesto que lo es mientras tiene esa forma;
sin embargo tu visión debe ser más amplia o doble.
Quizá la otra persona tenga una visión sencilla.
Cuando las personas se enredan en los nombres y formas
se acarrean problemas.
El nombre y la forma son diferencias superficiales.
Muy por encima del nombre y la forma
está la existencia absoluta, la conciencia y la bienaventuranza.
Todo posee éstos cinco aspectos:
existencia, conocimiento, gozo, nombre y forma.
Mira ésta hoja de papel por ejemplo. Su esencia es pulpa.
Ahora se está expresando como papel,
que fue cortado en forma de hoja para imprimir en ella,
para que tu la disfrutes.
El mundo entero sólo es nombre y forma.
Pero no debes olvidar que el nombre y la forma
sirven únicamente para divertirse, como quién juega a las escondidas.
Su olvidas eso y te enredas en los nombres y las formas,
sufrirás por tu ignorancia.
Un tablero de ajedrez está hecho de madera,
al igual que las demás piezas, que han sido cortadas
en diferentes formas para llevar a cabo el juego.
Llámalos peones, reyes, reinas, torres, caballos o alfiles
y dales nombres y formas para desarrollar el juego.
Están hechos de la misma madera.
También nosotros somos astillas del mismo tronco.
En cierta ocasión, Dios contó este relato:
Cuán terrible sueño he tenido.
Pensé que estaba haciendo algo diferente.
Soñé que tenía tanta hambre
que fui forzado a comer un perro muerto.
En mi necesidad, clamé a Dios:
“Señor, cómo puedes forzarme a hacer esto?”
De pronto desperté y me di cuenta de que yo era --- yo soy ---Dios
A veces un sueño es tan intenso, que el cuerpo físico toma parte.
Tomas la punta de almohada y empiezas a morderla.
Alguien te habla: “Estás teniendo un banquete.
Te estás comiendo la almohada”.
La única forma de evitar que te comas la almohada es despertarte. Alguien debe despabilarte, sacudirte.
Algo similar sucede en nuestras vidas.
Algunos se hallan en un sueño profundo
y no saben lo que están haciendo.
La mayoría sueña que hay oscuridad y sus ojos están cerrados.
Otras personas sueñan despiertos.
La gente sueña y olvida su propia naturaleza.
En su sueño piensan:
“Esta es mi casa, mi tierra, mi fábrica, mi hijo”, todos los míos.
En eso consiste el sueño, en olvidar nuestra verdadera naturaleza,
y, en su lugar, identificarnos con tantas otras cosas.
Los sueños placenteros y los horribles son como trucos,
alucinaciones mentales. Cómo podemos despertar a los soñadores?
Con palabras agradables y suaves? Solamente dormirán más.
Dales un golpecito. Pero quién puede despertar a los dormidos?
El que ya está despierto.
Los iluminados nos despiertan.
Una vez despiertos decimos:
“No tenía hambre. No estuve triste. No era este cuerpo.
No es mío. No somos el cuerpo o la mente.
Ni siquiera somos el alma, que es un reflejo del Yo.
Tu eres el Yo.
El Yo nunca sufre cambio.
Siempre está puro y tranquilo.
Sencillamente es aquí y ahora.
No necesita religión alguna.
A qué tiene que regresar?
Necesita el Yo comprender su Yo?
Cuándo se olvidó Dios de sí mismo?.
Él es omnipresente.
El Yo no quiere encontrar su Yo,
porque nunca lo perdió.
Al producirse la realización, desaparece el ego.
Allí es cuando la sombra comprende que es una sombra.
El alma, que es un reflejo del Yo,
quiere practicar todas éstas religiones para encontrar
el origen de la mente, con el fin de descubrir la respuesta a la pregunta, el “yo” no está alli. Eso es maya, el que nunca existe.
Quién es Maya?
Tú ves los rastros del pato en el cielo: todo es sonido.
Mi madre es estéril. Mi madre no tiene hijo.
Esta es la descripción de maya, algo que no está allí,
pero parece que sí está.
A eso llamamos ego.
Sin embargo, abajo, en nuestro nivel,
todas esas apariencias parecen verdaderas.
De qué sirve éste conocimiento teórico?.
Por lo menos debemos conocerlo.
Pónlo en tus bolsillos y guárdalo.
Un día servirá de mucho.
Por qué creó Dios este mundo material y nos puso en éste juego?
El único que puede dar respuesta total a esta pregunta
es aquel que hizo todo.
Más cuando lo veas, probablemente dirás:
“He sido mezquino al preguntarte esto y aquello,
pero ahora que te veo, no tengo nada para preguntar”.
Sencillamente,
busca dónde está Ël
...y pregúntale...
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