Cuando la emblemática foto de Steve McCurry de una hermosa niña afgana volvió a la portada de National Geographic en una edición especial en noviembre pasado, el fotógrafo casi había perdido toda esperanza de encontrarla con vida en un país azotado por el régimen talibán y la campaña militar de EE UU.
McCurry, que hizo la foto en junio de 1984 en el campamento de refugiados Nasir Bagh de Pakistán durante la guerra contra la invasión soviética, nunca supo el nombre de la chica. Tras una intensa búsqueda de más de 17 años, McCurry la ha encontrado y la ha vuelto a fotografiar.
Pero Sharbat Gula, como se llama la niña que a los 12 años, en 1985, se convirtió en la portada más famosa de la revista en sus 114 años de existencia, no es la misma. En su avejentado rostro, ya no brillan con la misma intensidad esos ojos verdes que cautivaron al mundo y que se conviertieron en todo un símbolo de la miseria y el sufrimiento del pueblo afgano.
Una certeza del 99,9%
Aunque sus numerosos viajes a la zona y sus pesquisas aldea por aldea habían resultado en vano, el fotógrafo no se rindió y, en enero de este año, finalmente la encontró en una aldea remota de Afganistán, convertida en una mujer tradicional pastún de 30 años, casada y madre de tres hijos.
"Pensé siendo realista que las posibilidades de dar con ella eran muy escasas", ha declarado el fotógrafo que, a pesar de todo, seguía guardando una pequeña esperanza.
Gracias a una red de contactos, que comenzó en el mismo campo de refugiados y donde, al cabo de 17 años, logró saber su nombre, encontró a Sharbat Gula, cuya identidad ha sido confirmada al 99,9% mediante una tecnología de reconocimiento facial del FBI y la comparación de los iris de ambas fotografías.
Pero McCurry no tiene ninguna duda. "En el mismo instante en el que la vi, supe que era ella. Estoy absolutamente seguro. La complejidad de emociones que expresaba sus cautivadores ojos en la primera fotografía continúa en ellos. ¿Es miedo, se trata de un trauma o de una vida atormentada? Sea lo que sea, es muy hermoso".
Cuando fotógrafo y modelo se vieron de nuevo, Sharbat confirmó a McCurry que nadie más la ha fotografiado nunca. Además, lo contó que poco después de su encuentro en Pakistán en 1985, la adolescente se casó y regresó a su país.
A lo largo de los años dio a luz cuatro hijos, aunque uno de ellos murió al poco de nacer. Tras lograr el permiso de su marido, Ramat Gul, McCurry ha cumplido su sueño de fotografiarla otra vez.
La 'profesora' que no sabía ingles
Meses después de su segundo encuentro, el enigma de los ojos verdes regresa en abril a la portada de National Geographic, la revista de mayor difusión del mundo, para desmentir la noticia falsa publicada hace menos de un mes por The Observer.
Según este diario, la niña había sido localizada, se llamaba Alam Bibi, era modelo y la CIA la buscaba por su presunta relación con la familia de Bin Laden, a los que había dado clases de inglés.
Pero ni es modelo, ni conoce a ningún miembro del clan Bin Laden ni sabe una sola palabra de inglés. Según ha comprobado el fotógrafo, la mujer vivía alejada del mundo en una aldea de Afganistán sin saber que su cara se había hecho famosa y totalmente ajena a la conmoción mundial que causó su mirada.
Para National Geographic, Sharbat Gula se ha convertido en un símbolo de toda una generación de mujeres afganas, por lo que la sociedad geográfica ha creado un fondo especial de ayuda al desarrollo y creación de oportunidades educativas para las niñas y mujeres afganas que pondrá en marcha con la colaboración de las autoridades locales y organizaciones sin ánimo de lucro.
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