EL ALIMENTO INFLUYE SOBRE LA MENTE:


La dieta juega un papel muy importante 
en la vida de la gente. 
La comida no sólo forma el cuerpo, 
sino también la mente. 

Mantiene una conexión directa 
con las actitudes de la mente.

Si quieres comprobarlo, ve al zoológico 
y observa a los animales. 

Advierte las diferencias en su naturaleza. 

Todos los animales carnívoros están enjaulados. 
Aún dentro de la jaula no pueden mantenerse 
quietos fácilmente.

Todo lo que ves es su inquietud, su constante ir y venir. Después de diez años el tigre todavía 
introduce su nariz entre las rejas. 

Hasta su excremento tiene olor fétido, 
pues la dieta de carne produce muchas toxinas. 
Claro que los animales tienen la capacidad de eliminarlas. 

Sólo toman lo que necesitan 
y el resto de las toxinas son eliminadas. 
En la eliminación, puedes ver la materia podrida 
que se expulsa; por eso el olor es fétido. 

Luego observa a los animales herbívoros. 
Son mansos, apacibles, y sin embargo, fuertes. 
La vaca, la cabra, el caballo, incluso el elefante. 

Advierte que sus excrementos no tienen olor fétido, 
ni en la orina ni en la heces. 

En la India, usan el estiércol de las vacas 
para limpiar el piso, porque carece de mal olor. 
Mira a la vaca, cuan meditabunda es, cuan apacible. 
Son animales pacíficos. De dónde procede esa paz? 
De la dieta básicamente. 

Observa la constitución del cuerpo de los animales. 

Los herbívoros tienen dientes planos, 
lengua suave y pezuñas. 

Los carnívoros tienen dientes afilados, 
que le permiten desgarrar la carne de los huesos.
Además, para cazar su presa, pueden ver en la noche. 
Ojos, lengua, dientes, garras; son todos indicios visibles.

A cuál de éstas categorías pertenece el hombre? 
Puedes decidir por ti mismo? 

Como no tenemos garras, fabricamos tenedores. 
Nuestros dientes son planos, nuestra lengua no es tosca 
ni estamos capacitados para ver en la oscuridad. 
No podemos digerir la carne, por lo tanto la cocinamos. 

La constitución del hombre no está hecha para la carne

Actualmente muchos médicos están de acuerdo 
en que la carne tiene grasa animal, 
que deja purina en nuestro cuerpo y ésta s
e convierte en colesterol. 
Se trata de algo bien conocido. 

Pero si la lengua lo desea, podemos encontrar 
muchas excusas para comer carne. 
Si puedes, evita todo alimento con carne 
y grasa animal, incluyendo huevos, que en parte, 
también son carne. 

Cuando rompes un huevo, se descompone 
produciendo un olor putrefacto. 
Los productos derivados de la leche, 
contienen alguna grasa animal. 
Sin embargo tienen una calidad diferente, 
la leche no es carne. 

Quizá alguien te diga: 
“la leche proviene de la vaca. Si tomas leche, p
or qué no comes la carne de la vaca?” 
Tú puedes responder: 
“cuando era pequeño, tomaba la leche de mamá, 
acaso por eso le cortaba un pedazo para comérmelo?” 

La leche es diferente de la carne. 
No tiene caso discutir mucho sobre punto. 
Tomamos la leche de la madre 
pero no comemos su carne. 

La leche tiene una calidad especial. 
No tiene la concentración de grasa 
que se halla en la carne. 

Claro que si ingerimos mucha leche, 
ella dejará cierto tipo de flema 
que es muy difícil de digerir. 
De otro modo, sólo contiene 
una cantidad limitada de grasa. 
La leche es un alimento completo. 
Los niños crecen con leche pura. 

Después de algún tiempo ya no la necesitamos. 

Podemos vivir sólo de frutas, nueces y vegetales. 
Los alimentos deben ser fácilmente digeribles 
y no tienen que dejar toxinas en el cuerpo. 
Vegetales, cereales, nueces y frutas 
están libres de gérmenes que producen enfermedades.

Observa a los cuadrúpedos de quienes descendemos 
según Darwin, los monos. 
Ellos se alimentan con nueces, frutas y hojas. 
Ve cuan vigorosos son. 
Obtienen todo lo que necesitan con esa dieta. 
Son animales fuertes y de gran vitalidad. 

Algunas personas quieren carne animal 
porque se preocupan por acumular suficientes proteínas. 

Pero tú no necesitas tanta proteína 
como la que hay en el animal. 
Está demasiado concentrada. 
El cuerpo humano requiere una forma 
más leve de proteína que pueda asimilarse fácilmente, 
sin tener que cocinarla mucho. 

En vez de comer animales que se alimentan de vegetales, 
por qué no obtener la proteína 
directamente de la naturaleza? 

Incluso cuando queremos comer animales, 
escogemos los que se alimentan de vegetales. 

No queremos animales que se nutren de otros animales.
Podemos obtener proteínas de los vegetales, 
principalmente de lentejas, soja, girasol, ajonjolí, 
germen de trigo, levadura en polvo, queso, 
leche y muchas clases de nueces. 

El cuerpo humano está hecho para alimentarse 
de vegetales, no de animales.

Como yoghis, deseamos causar a otros 
el menor dolor posible. 
Es fácil excusarnos cuando tenemos el deseo 
de comer carne animal. 

Puede argüirse que también las plantas 
tienen conciencia. 
Claro que sí, no hay duda. 
Experimentos científicos lo han comprobado. 

Probablemente las lastimamos 
cuando las consumimos como alimento, 
pero hay que considerar algunos aspectos sutiles. 

La diferencia entre los vegetales, los animales 
y el hombre se halla en la expansión de la conciencia

Existe conciencia en un árbol, 
pero ésta es más o menos como el soñar. 
También existe conciencia en una piedra, 
más se asemeja al dormir. 
Todo tiene conciencia. 

Lo que varía es el grado de expansión de la conciencia. 
En los seres humanos, la conciencia se expresa 
o expande al máximo y también siente al máximo. 

Cualquier cosa cuya conciencia se exprese o expanda más, 
es más sensible y sentirá el más leve toque.

Esta sensibilidad varía aún entre los seres humanos. Imagínate un salón de clase con cuarenta estudiantes. 
Dos de los muchachos han estado haciendo travesuras 
antes de que llegue el docente. 
Uno es el alumno más brillante, el otro, el más torpe. 
“Qué están haciendo tontos?” les dice. 
Herirá sus sentimientos con éste reto? 
Sí, pero cuál se ofenderá más? 

No necesitas ser un filósofo o psicólogo para responder. 

El muchacho más inteligente será el más sensible 
a las palabras del maestro. 
El otro quizás se ría: “me dijo tonto, se interesa en mi”, 
quizás hasta se sienta orgulloso, 
pues el maestro se dirige a él pocas veces. 
Puede ser que se sienta feliz por haber llamado su atención. Pero el más inteligente tal vez 
no duerma por algunas noches, 
pues está muy ofendido. 

Así sucede con el desarrollo de la inteligencia 
y la expansión de la conciencia. 

Cuanto más evolucionado es uno, 
tanto más siente. 

Hay mayor posibilidad de que mates a un animal 
que a un ser humano, pues tu sabes que éste 
siente más que el animal. 

De la misma manera, los sentimientos de los vegetales 
están menos desarrollados que los de los animales. 
Si para comer lastimamos algo, 
por lo menos que sea donde no se sienta tanto.

Si la comida viene a ti con facilidad, cómela. 
Si se aleja o huye de ti, no la tomes. 

Cuando matas a un animal y éste llora, 
es porque no está listo para ser comido.
Quizás pienses que los animales 
están para servir al hombre. 

Probablemente a los animales no se les dijo eso, 
ellos no han leído las escrituras. 

Es el hombre quién espera que los animales le sirvan

Utilizar a los animales para su beneficio, 
no siempre significa comérselos. 

Si los alimentas bien, puedes ordeñar la vaca, 
arar la tierra con el buey y tirar de una carreta 
con un caballo y montarlo. 
Siempre le digo a las personas 
que aún desean comer carne: 

“está bien, pero no compres la carne. 
Ve y mata al animal tú mismo; después come” 
Déjame ver cuántas personas comerán carne después. 

Si tienes que matarla tú mismo, ve la sangre, 
las secreciones que salen precipitadamente, 
los animales gritando y llorando cuando tú los matas. 

Los comerías después? 

Los comes sólo porque alguien los mata 
y luego llegan a la mesa aderezados. 

Más alguien con un corazón tierno, 
no puede hacer eso. 
Si posees un corazón sensible, 
no puedes matar a ningún animal. 

Claro que yo no iría a predicar esto 
a los esquimales de Alaska. 
Allí te morirías si sólo comieses vegetales. 
Si hay una verdadera necesidad 
debes comer carne animal, pues aquí, 
lo que interesa es sobrevivir. 

Si no dispones de ninguna otra cosa, 
no has escuchado de personas que 
se han comido a sus congéneres? 

Cuando no hay nada más, no te sorprendas 
de que la gente se convierta en caníbales. 
Estoy sugiriendo una dieta vegetariana 
en tiempos como ese? 
“No coma esto no coma aquello”. 

Usa tu sentido común. 

Más cuando los alimentos que son buenos 
para el cuerpo y la mente están a tu disposición, 
por supuesto, tómalos. 

A veces, en una pareja, un cónyuge 
opta por no comer carne 
en tanto que el otro sí la desea. 
Cuando uno debería pensar en el otro. 
El que prepara la comida con gozo 
debiera cocinar la carne para el otro o los invitados 
y servirla sin poner cara agria. 

Eso es un gran logro y una gran cualidad. 
No debes insistir en que la otra persona acepte
 lo que a ti te gusta

Si en verdad estás interesado en conducirla 
paulatinamente a la adopción de una dieta mejor, 
conviértete en un buen ejemplo

Cuando ella se enferme quizás 
ecurra a ti para un consejo, 
amablemente tú podrás sugerirle 
na dieta más saludable. 

Entonces tus palabras tendrán más poder.

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Bandrui

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