Nadie es Profeta en su Tierra ... Ni en su Familia

Yo no soy nada de lo que creo ser:
mis cosas, mi cuerpo, mis sentimientos.

Mi yo en indefinible 
porque no hay nada que lo defina.

Cuando yo me relaciono con otra persona,
con quién me relaciono?
con una imagen?

Cuando me relaciono tengo noción del otro
como una experiencias, unos recuerdos,
y con esas nociones
construyo su imagen..

Así es que no me realaciono con esta persona,
sino con la memoria que tengo de ella.

Cuando abrazo a un amigo,
a quién abrazo?
Abrazo un recuerdo.

Es así, y lo cierto es que,
si yo fijo la persona a la memoria que tengo de ella,
la estoy fijando a un prejuicio.

Y así funcionamos por la vida,
juzgando con prejuicios.
Como consecuencia de ellos,
si conocemos a una persona sólo por su hábitos,
cuando esa persona cambia,
lo notarán sólo las personas despiertas,
o los que acaben de conocerla,
pues para los otros, 
seguirás fijada en sus hábitos,
que son lo que recuerdan.

Por ello,
nadie es profeta en su tierra ni entre su familia, 
por regla general.
Porque allí prevalecen los datos anecdóticos,
las apariencias, y la persona queda apegada
a esos recuerdos para sus convencinos
o familiares.

Nos movemos a base de prejuicios,
de recuerdos y tópicos.

Es peligroso vivir de la memoria,
del pasado.

Sólo el presente está vivo,
y todo lo pasado está muerto,
no tiene vigencia.
Incluso el futuro no existe.

Sólo hay vida en el presente,
y vivir en el presente supone
dejar los recuerdos como algo muerto,
y vivir las personas y los acontecimientos
como algo nuevo, recién estrenado, 
abierto a la sorpresa qje cada momento
te puede descubrir.

Es el ahora el que importa, 
porque ahora es la vida, 
ahora todo es posible, 
ahora es la realidad.

0 comentarios:

Publicar un comentario




Bandrui

Bandrui

Entradas populares