sientas que no tienes nada que dar.
Tienes mucho para dar,
y verás que cuanto menos piensas en ello,
mejor funcionará.
Cuanto más pienses y vivas por tus semejantes
y te olvides de tu yo en el servicio,
sin pensar en lo que puedas sacar a la vida,
más feliz serás.
Nunca des con una mano
y saques con la otra.
Cuando des algo, sea lo que sea,
dalo sin condiciones
de modo que pueda ser usado
en absoluta libertad.
Cuando des,
que tu entrega sea abundante,
dada libremente
y de todo corazón,
y luego olvídalo.
Este principio se aplica a los regalos
en todos los niveles,
ya sean materiales o espirituales,
tangibles o intangibles.
Siempre sé generoso con lo que des,
nunca temas sufrir una carencia,
porque si lo hicieras,
no sería dar con sinceridad.
Cuando des verdaderamente,
nada te faltará.
Tienes mucho para dar,
y verás que cuanto menos piensas en ello,
mejor funcionará.
Cuanto más pienses y vivas por tus semejantes
y te olvides de tu yo en el servicio,
sin pensar en lo que puedas sacar a la vida,
más feliz serás.
Nunca des con una mano
y saques con la otra.
Cuando des algo, sea lo que sea,
dalo sin condiciones
de modo que pueda ser usado
en absoluta libertad.
Cuando des,
que tu entrega sea abundante,
dada libremente
y de todo corazón,
y luego olvídalo.
Este principio se aplica a los regalos
en todos los niveles,
ya sean materiales o espirituales,
tangibles o intangibles.
Siempre sé generoso con lo que des,
nunca temas sufrir una carencia,
porque si lo hicieras,
no sería dar con sinceridad.
Cuando des verdaderamente,
nada te faltará.
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