Usted dice que una emoción es el reflejo
de la mente en el cuerpo.
Pero a veces, hay un conflicto entre ambos:
la mente dice "no"
mientras la emoción dice "sí",
o al contrario.
Si usted quiere conocer realmente su mente,
el cuerpo le dará siempre un reflejo verdadero,
así que observe la emoción o más bien
siéntala en su cuerpo.
Si hay un conflicto aparente entre ellos,
el pensamiento será la mentira,
la emoción será la verdad.
No la verdad última sobre quién usted,
pero sí la verdad relativa de su estado mental
en ese momento.
El conflicto entre los pensamientos superficiales
y los procesos mentales inconscientes
es ciertamente común.
Puede que usted ni siquiera sea capaz
de traer a la consciencia en forma de pensamientos
su actividad mental inconsciente,
pero esta siempre se reflejará en el cuerpo
como una emoción y de éso sí
puede ser consciente.
Observar una emoción de este modo
es básicamente lo mismo que escuchar u observar
un pensamiento, como describí anteriormente.
La única diferencia es que, mientras un pensamiento
está en su mente, una emoción
tiene un fuerte componente físico, por lo tanto,
se siente primariamente en el cuerpo.
Entonces usted puede permitir que la emoción
esté allí sin ser controlado por ella.
Usted ya no es la emoción;
usted es el observador, la presencia que observa.
Si usted practica esto,
todo lo que es inconsciente en usted
saldrá a la luz de la consciencia.
Así pues, ¿observar nuestras emociones
es tan importante como observar
nuestros pensamientos?
Sí,
convierta en un hábito preguntarse a sí mismo:
¿Qué pasa dentro de mi en este momento?
Esta pregunta lo orientará
en la dirección correcta.
Pero no analice;
simplemente observe.
Enfoque su atención en el interior
Sienta la energía de la emoción.
Si no hay emoción presente,
lleve su atención más profundamente
al campo de energía interior de su cuerpo.
Es la puerta de entrada al Ser.
2 comentarios:
Hermoso!! como siempre, un gran placer entrar aqui... Gracias...
Nenena
Gracias Nenena! un placer tenerte aquí también! :-)
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