Una emoción habitualmente representa
un patrón de pensamiento amplificado y energizado,
y puesto que a menudo es una carga energética excesiva,
no es fácil inicialmente permanecer presente
lo necesario para poder observarlo.
Quiere apoderarse de usted y generalmente,
lo logra a menos que haya suficiente presencia en usted.
Si usted es empujado a la identificación inconsciente
con la emoción por falta de presencia,
lo que es normal, la emoción, temporalmente,
se convierte en "usted".
A menudo, se crea un círculo vicioso
entre su pensamiento y la emoción:
se alimentan recíprocamente.
El patrón de pensamiento crea un reflejo magnificado
de sí mismo en forma de emoción
y la frecuencia vibratoria de la emoción
continúa alimentando el patrón
de pensamiento original.
Al permanecer mentalmente en la situación,
evento o persona que percibimos como causa
de la emoción, el pensamiento le brinda energía
a la emoción que a su vez energiza
el patrón de pensamiento
y así sucesivamente.
Básicamente, todas las emociones
son modificaciones de una emoción primordial,
indiferenciada, que tiene su origen
en la pérdida de consciencia de quién es usted
más allá del nombre y de la forma.
Por su naturaleza indiferenciada,
es difícil encontrar un nombre que describa
precisamente esa emoción.
"Miedo" se aproxima,
pero además de una sensación continua de amenaza,
también incluye un profundo sentido
de abandono y falta de plenitud.
Puede ser mejor usar un término que es indiferenciado
al igual que esta emoción básica
y llamarla simplemente "sufrimiento".
Una de las principales tareas de la mente
es combatir o suprimir
este sufrimiento emocional,
lo cual es una de las razones
para su incesante actividad, pero todo lo que
puede lograr es ocultarlo temporalmente.
De hecho, cuanto más se esfuerza la mente
por librarse del sufrimiento,
mayor es este.
La mente nunca puede encontrar la solución,
ni puede permitirse dejar que usted la encuentre,
porque ella misma es una parte intrínseca
del "problema".
Imagine a un jefe de policía
tratando de encontrar a un pirómano
cuando el pirómano
es el jefe de policía.
Usted no se librará de ese sufrimiento
hasta que deje de derivar su sentido de sí mismo
y de la identificación con la mente,
es decir, con el ego.
Entonces la mente es derrocada de su lugar
de poder, y el Ser, se revela como su
verdadera naturaleza.
-Sí, ya sé lo que va a preguntar ...
(Continuará en Parte III)