Según la abuelas,
hay otra cosa que todos los pueblos indígenas del planeta
tiene en común:
honran y confían en el mundo de los espíritus,
un mundo al que se accede a través
de la naturaleza.
Para muchos indígenas incluso,
las piedras tienen espíritu.
De hecho se dice que las piedras
son quienes tienen mayor memoria
porque son los seres más antiguos del planeta.
Según las enseñanzas indígenas,
el espíritu de algo
está en su corazón,
y en ese espíritu, está la esencia
de la mismísima Creadora,
o como quiera que cada uno llame
a la fuerza divina.
Un acto tan sencillo como agarrar una piedra
y sujetarla en la mano en silencio
puede cambiar a una persona
de manera sutil y profunda.
Según las abuelas,
encontrar mundos diferentes en una simple piedra
nos hace descubrir mundos diferentes
dentro de nosotros mismos.
Tener el valor de mirar dentro de uno mismo
y fuera de uno mismo, era un atributo importante
en la mayoría de las culturas indígenas.
De hecho al tener un contacto tan estrecho
con la naturaleza, era casi inevitable
realizar ese viaje interno.
0 comentarios:
Publicar un comentario