Si todo fuera tan sencillo!
Si en algún lugar existieran personas acechando para
perpetrar iniquidades,
bastaría con separarlos del resto de nosotros y destruirlos.
Pero la línea que divide el bien del mal pasa por el centro mismo del corazón de todo ser humano.
Y quién está dispuesto a destruir un sólo fragmente
de su propio corazón?
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