Una vez que un pollito
ha salido de su cascarón o una mariposa
de su crisálida, no hay retorno,
sino un continuo desarrollo
hacia lo nuevo.
Deja que el proceso se revele para ti
minuto a minuto,
hora a hora,
día a día.
Siente la esperanza y la excitación
por todo lo que está sucediendo.
Nunca hay un momento tedioso en esta vida
cuando estás alerta.
Siempre sucede algo.
Deja que pase y nunca trates
de detener el proceso; por el contrario,
ve con ello.
Te digo que todo lo que se revele
será para bien de todos.
Encuentra ese ritmo perfecto de la vida
y entrégale lo mejor de ti.
Fluye con él,
porque sólo de esa manera
encontrarás paz en tu corazón y
en tu espíritu,
y cuando estás en paz en tu interior,
estás abierto y listo
para que se revele lo nuevo.