Si el ayer no fue todo lo que debía haber sido,
no importa;
el ayer terminó y pasó
y ya no puedes hacer nada.
El hoy es algo completamente diferente,
está ante ti, inmaculado, intacto.
Tienes que proponerte hacer de él
el día más maravilloso.
Cómo lo empiezas?
Recuerda, no interesa a nadie más.
Es algo que tú y solamente tú
tienes que decidir.
Trata de comenzar el día
con paz interior y contento,
tomándote el tiempo para estar tranquilo
y permitiendo que esa paz
te colme y te envuelva.
No te precipites en comenzar el día
sin prepararte y sin armonía.
Si así lo haces,
será fácil llevar ese estado contigo,
permitiendo que te afecte todo el día
y a aquellos con los que entras en contacto.
De ti depende elegir
lo que va a ser hoy y luego hacerlo.
Por qué no eliges ahora?