Es temprano en la mañana.
El día está cálido, el cielo de un
límpido celeste
y la brisa matinal me acaricia de tanto en tanto.
Mi ropa es
blanca y liviana y no llevo calzado,
pero llevo mi inseparable mochila de lona
vieja y gastada,
tan cargada como siempre,
está casi como pegada a mi espalda y
hombros
de tanto llevarla conmigo por todas partes.
Cómo pesa!, pero por alguna
extraña razón,
no puedo dejarla…
Casi sin darme cuenta, estoy adentrándome en una playa
solitaria, al borde del océano.
Miro mis pies y los veo hundirse en la arena
fresca,
dorada y húmeda.
La sensación invita a quedarse, se siente tan bien…
Decido sentarme a observar el cielo y el mar,
a escuchar el sonido
del viento y a entregarme
a los rayos cálidos del Sol.
Apoyo mi mochila a un
lado de mi
y me recuesto sobre la arena mirando hacia el horizonte.
De pronto, surgido como de la nada,
un bote viene navegando
lentamente.
Parece que viniera hacia mi? …
No dejo de mirarlo…
no tiene nombre
y nadie lo conduce pero oigo una voz,
alguien susurra la frase:
“ Vengo a
llevarme tu carga".
Me sobresalto, quién habló? De dónde surgió esa voz?
Me
hablaría a mi?
El bote llega a la orilla.
No tiene ojos, pero sé que está
mirándome.
Tampoco tiene boca, pero sigue hablándome.
No siento temor, me
inunda una paz inusitada…
--- “Entrégame tu angustia”,
Sin dudarlo, como en trance,
abro mi mochila,
miro en su interior y para mi sorpresa
la encuentro llena de
piedras irregulares,
oscuras y pesadas.
Una de ellas tenía el nombre “angustia”
tallado.
Me acerco al bote y la deposito dentro.
--- “Entrégame tus miedos”,
busco en mi mochila y le entrego
la piedra “miedos”.
--- “Entrégame tu dolor”, “entrégame tu ira”…
“entrégame tu desilusión”
…
--- “Entrégame tus recuerdos”...
--- Sólo los feos … los
tristes?, verdad?,
le pregunto,
--- “Los placenteros también. A veces tanto placer te
enceguece y no te permite ver lo “bello” oculto en otros recuerdos.
Un recuerdo
placentero puede anclarte en el pasado y no permitirte caminar hacia adelante".
--- Pero además de todo eso, qué hay de malo en conservar
recuerdos?, le pregunto,
--- “No hay nada de malo en conservarlos mientras no tengas
que cargar con ellos sobre tu espalda día y noche a lo largo de tu Camino”.
--- “Entrégame tu pasado y futuro”
--- Mi pasado?? Por qué debería entregarlo? Soy producto de
mi propio pasado, es parte de mi.
--- “Si eres su producto y es parte de ti, entonces no debería estar comprendido en tu presente? por qué te aferras tanto a él? Acaso podrías
cambiar algo?”
--- Claro! En mi futuro!
--- “Entonces para qué consevar tu pasado?”
--- Y entonces por qué debería entregarte mi futuro?
--- “Porque no existe. Nunca lo tuviste y mañana no lo
tendrás porque mañana ya no será futuro, será hoy.”
--- No está mal planear nuestro futuro.
---“No está mal hacer planes para el futuro, en tanto y en
cuanto no debas cargar un futuro que no existe en tu espalda día y noche a lo
largo de tu Camino"
.
Luego de un silencio prolongado volví a sobresaltarme,
“No
pretenderás que también entregue mis afectos verdad?, la gente que amo, mi
familia, mis amigos…”
--- “Qué es el afecto?”
--- Amor, cariño, simpatía…
---“El odio acaso no te afecta?”
(Silencio…)
---“El verdadero Amor es universal,
por lo tanto le
pertenece a todos
y no es de nadie en particular.
Tu familia, tus amigos, no te
pertenecen.
Están en tu vida para acompañarte
durante un tramo de tu Camino
quizás,
y algunos tal vez durante todo el trayecto,
pero Amor es Libertad, si
los amas realmente,
debes liberarlos.
Entregarlos no significa renunciar
al
amor que sientes por ellos.
Desapego, no es en modo alguno “desamor”.
Nuevamente me inundó una sensación de paz increíble, de
confianza, de serenidad…
“No quedan más piedras en mi mochila”, le dije, “entregué
toda mi carga”
--- “Aún queda algo”
--- Mi mochila?? (para mi total sorpresa) No puedo dártela!
No pesa nada! No
me molesta llevarla conmigo! Está vacía!
---- “No debes entregarla porque está vacía…”
Y entonces comprendí que una buena forma
de comenzar a
practicar el desapego
sería entregar mi mochila.
Y así lo hice. Sin discutir.
Probablemente en algún momento saliera a buscarme otra
para remplazarla, o tal
vez no.
O podría ser que buscara una más pequeña
considerando que entregué
tantas piedras
y se siente tan bien sin ellas que tal vez
ya no tenga mucho
para poner dentro.
Pero… y si de pronto me atacaba algún sentimiento
de angustia nuevamente?
O si algún recuerdo placentero asomaba??
---“Entonces volveré a llevarme tu carga, una y otra vez,
hasta que la carga sea cada vez más pequeña”, (no había hablado
pero el bote
percibió mi cascada de pensamientos)
--- “Y como estarás siempre Despierta,
podrás llamarme tú misma, invocándome desde tu conciencia,
podré llegar a dónde
te encuentres,
incluso anclar en las aguas de tu templo,
el que llevas dentro.
Lo único que realmente te pertenece” …
Y así como llegó, surgido como de la nada,
el bote comenzó a navegar hacia el horizonte
hasta fundirse en el Sol.
Una inmensa sensación de Amor se apoderó de mí.
No dejé de
sonreír ni por un instante…
Comencé a caminar, ahora liviana,
mis hombros y espalda
relajados…
Mirando hacia atrás, sólo veía Camino,
mirando hacia
adelante, más Camino
y mirando el lugar en que estaba parada
también veía
Camino.
Pero hacia atrás no veía mis pies
y hacia adelante tampoco,
sólo los
veía en el lugar en que estaba parada,
en el ahora.
Ilve-Bandrui