Algunos expertos creen que los antiguos
consideraban las cuevas, los manantiales
y demás aberturas de la tierra
como entradas al útero de la Diosa,
de la cual surgía toda forma de vida
y a la cual todo volvía con la muerte.
Se dice que la serpiente vive en el interior de la tierra,
que habitualmente viene a simbolizar el cuerpo de la Diosa.
De este modo,
la serpiente sería la conocedora de los secretos
y la sabiduría de la Diosa,
incluídos los secretos de la vida,
la muerte y el renacimiento.
Esto nos ofrece un indicio de por qué
se veía a la serpiente como un falo,
una alusión a la potencia sexual del macho,
así como al espíritu serpentino
acuoso y femenino de la sabiduría.
La serpiente es la unión del poder y la sabiduría.
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